sábado, 21 de febrero de 2009

Pensamientos

“Oye Andrés, ayer...digo mañana me tendría que ir a las 4...” Escuchas del andar. Seguí caminando.

Tiempo y palabras ¿Qué significan ambas?

Ambas inevitables. Una de ellas útil, o incluso las dos. Excusas

Hay que saber manejarlas. Sobre todo las palabras.

Son confusas, utilizables; pero siempre neutras. Somos nosotras con el trato que le damos.

El uso de ambas nos lleva a vivir

Su uso nos hace más o menos felices

Yo, sigo aprendiendo. A veces, quizá demasiadas, con regresión

martes, 17 de febrero de 2009

ESTOY RODEADO

Estoy rodeado, al lado,
De 20 personas.
Podría ser poco, pero
A mi me vale
Comparto
Hoy me siento más libre
Escapo un poco más
Hay descompresión
Abro la escafandra
De lo que hay fuera
Presión
Pero no me importa
Hoy estoy en otro mundo
Que me gusta
Hoy el yugo pesa menos

FOTO

Veo tu rostro
En un papel. Lo último
Me quedo sin recuerdos
Acaricio tu cara, que no tu piel
Tristeza
Ni tus palabras tengo ya
Porque no me las das
Porque me rehuyes
Porque me olvidaste

jueves, 5 de febrero de 2009

EMOCIONADO POR GALEANO

LA UVA Y EL VINO

(...) y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos

CELEBRACIÓN DE LA VOZ HUMANA

(...)Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

LA FUNCIÓN DEL ARTE

(...)El cacique, (...) escucho sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. (...)
Después opinó:
-Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca bien.
Y sentenció:
-Pero rasca donde no pica

CRONICA DE LA CIUDAD DE SANTIAGO

(...) En plena dictadura militar, el mejor de los mendigos chilenos era uno que conmovía diciendo:
-Soy civil

NERUDA

(...) Compartimos (...) y otras maravillas de esas que alegran el alma y la barriga que son (...) dos nombres de la misma cosa
(...) Varias veces alzamos nuestros vasos de buen vino, y un viento salado nos golpeaba la cara, y todo fue una ceremonia de maldición de la dictadura, aquella lanza negra clavada en su costado, aquel dolor de la gran puta, y todo fue también una ceremonia de celebración de la vida, bella y efímera como los altares de flores y los amores de paso

CELEBRACIÓN DE LA FANTASÍA

(...) No podía darle la tapicería que tenía,(...), pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano. Súbitamente, se corrió la voz. (...) Y entonces(...), un desamparadito(...), me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:
-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima-dijo
-¿Y anda bien?-le pregunté
-Atrasa un poco-reconoció

NOCHEBUENA
Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua. (...) decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar. (...) En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. (...) Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
-Decile a...-susurro el niño-.Decile a alguien, que yo estoy aquí

LOS NADIES

(...) Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata

EL HAMBRE
(...) El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.

DICEN LAS PAREDES

A la salida de Santiago de Chile: Cómo gasto paredes recordándote
En las alturas de Valparaíso: Yo nos amo
En Bogotá, a la vuelta de la Universidad Nacional: Dios vive
Y debajo, con otra letra: De puro milagro
En Montevideo, en el barrio Brazo Oriental: Estamos aquí sentados, mirando como nos matan los sueños
En pleno centro de Medellín: la letra con sangre entra
Y abajo, firmando: Sicario alfabetizador
En la ciudad uruguaya de Melo: Ayude a la policía: Tortúrese
En la Facultad de Ciencias Económicas, en Montevideo: la droga produce amnesia y otras cosas que no recuerdo
En Santiago de Chile, a orillas del río Mapocho: Bienaventurados los borrachos, porque ellos verán a Dios dos veces
En Buenos Aires, en el barrio de Flores: Una novia sin tetas más que novia es amigo

LA NOCHE

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los parpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta

LA PEQUEÑA MUERTE

(...)Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos hace

MAPAMUNDI

El sistema: Con una mano roba lo que con otra presta
Sus victimas: Cuanto más pagan, más deben; Cuanto más reciben, menos tienen; Cuanto más venden, menos cobran

LA DESMEMORIA

(...)El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria.
He aquí, pienso, la felicidad perfecta. Yo no la quiero

EL REINO DE LAS CUCARACHAS

(...) – Los seres humanos hemos abdicado el planeta-proclamó- en favor de las cucarachas.
Entonces arrimó la botella y llenó los vasos:
-Un traguito, mientras se pueda

LA CULTURA DEL TERROR 1/

(...) En un largo y solemne ritual, a los indios rebeldes les cortaban la lengua y después los torturaban para obligarlos a hablar

2/ Fue en un colegio de curas, en Sevilla. (....) El niño confesó que (...) El cura obligó al niño a besar a Jesús crucificado, y mientras le golpeaba la boca con la cruz, le decía: - Tú lo mataste, tú lo mataste... (...) Él nunca pudo arrancarse eso de la memoria

3/ La acusada, Alma Di Agosto, había confesado. (...) Alma Di Agosto era ciega.
Sus vecinos, que la conocían y la querían, estaban convencidos de que ella era culpable
¿Por qué?- preguntó el abogado
- Porque lo dicen los diarios
- Pero los diarios mienten-dijo el abogado
- Es que también lo dice la radio-explicaron los vecinos- Y la tele!

4/ el colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser

LA MALA RACHA

Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción

LA CIVILIZACIÓN DEL CONSUMO

A veces, al fin de la temporada, cuando los turistas se iban de Calella, se escuchaban aullidos desde el monte. Eran los clamores de los perros atados a los árboles.
Los turistas usaban a los perros, para alivio de la soledad, mientras duraban las vacaciones; y después, a la hora de partir, los ataban monte adentro, para que no los siguieran


EL EXORCISMO

(...) – Al mal tiempo, buena cara, y las hambres, guitarrazos – dijo

Y dijo que ahora nos tocaba a nosotros, porque la suerte no ayuda si uno no la ayuda a ayudar

LLORAR

Fue en la selva(...)
-Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva?
Y contestaron los que lloraban:
-Para que sepa que la queremos mucho

YO, MUTILADO CAPILAR

(...) Me consuelo recordando la frase de un amigo piadoso:
-Si el pelo fuera importante, estaría dentro de la cabeza, y no afuera. (...)

CELEBRACIÓN DE LA AMISTAD

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.
En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave-me dice Mario Benedetti
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron

LA ALEGRIA

(...) Mientras ocurría, esa alegría estaba siendo ya recordada por la memoria y soñada por el sueño. Ella no iba a terminarse nunca, y nosotros tampoco, porque somos todos mortales hasta el primer beso y el segundo vaso, y eso lo sabe cualquiera, por poco que sepa

LAS HUELLAS DIGITALES

(...) No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta por andar. (...) En Montevideo, hay un niño que explica:
-Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre

LA VENTOLERA

Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara