lunes, 18 de junio de 2012

GERVASIO SANCHEZ

Dramática exposición con imagenes de gran calidad, muy cercanas pero es, precisamente, esa cercanía la que impacta, la que acongoja, la que te aprieta el alma.

 Mostrar a niños soldados, que como el mismo explica posan orgullosos, que muestran una vida perdida, supongo llena de huellas difíciles de borrar. Un África demasiado acostumbrados a ella, desgraciadamente.

Sin embargo, las fotos de la guerra en Yugoslavia mostraban, cierta posibilidad de futuro; niños jugando entre coches destrozados, y aunque se ve la muerte, la sensación que deja es de que lo ocurrido es un accidente, trágico y desgraciados, sin duda, pero accidente.

Personalmente no pude centrarme demasiado en la exposición; me afecto de una manera excesiva, con un nudo en la garganta constante, que no ayudaba a valorar la excelente calidad de las fotografías.