viernes, 20 de julio de 2012

Viaje a La Alcarria


Viaje realizado con Jorge y Arturo

 LUNES-JORNADA 1 – MADRID – PERALES DE TAJUÑA

Empezamos la jornada por el parque lineal del Manzanares que nos llevaría a Rivas, que nos enlazaría con Arganda y finalmente con la vía verde del Tajuña. Desgraciadamente las malas indicaciones, las obras y, supongo que la mala suerte nos llevó a perdernos y acabar en la Cañada Real Galiana y a alucinar con que la gente pueda vivir así, y no me refiero en chavolas, me refiero a que la gente a pesar de tener recogida de basuras, vive rodeada de restos de todo tipo y con una salubridad realmente excasa.
            En todo caso, una vez que llegamos a la vía verde, fue un paseo caluroso pero bonito, y aunque nuestra intención era llegar a Perales a las 13.30 para las cañas llegamos a las 21h para la cena y que nos acogiera Ruth en su casa.

MARTES-JORNADA 2 – PERALES DE TAJUÑA – ARANZUEQUE

            Después de buen dormir, salimos con demasiado calor para seguir por la vía verde hasta Ambite donde en la antigua estación de tren nos tomamos unas cervezas bien merecidas. Con la tarde seguimos por carreteras comarcales, a excepción de un rato por nacional, con demasiado tráfico, hasta Aranzueque, un pequeño pueblo acogedor, barato y con una plaza pequeña pero muy maja
           
MIERCOLES-JORNADA 3 – ARANZUEQUE – MUDUEX

            Al levantarnos del frontón, Diego, un chaval que curra en la piscina del pueblo y que se había ofrecido el día anterior, nos hizo de guía por un camino para evitar la carretera general. Una vez cogida la carretera, paramos a desayunar en un pequeño pueblo llamado Achilla, pero que me pareció encantador, con una fuente sencilla, pero hermosa y con una agua fresca y maravillosa.
            Llegamos a comer a Brihuega una ciudad importante, para esa parte de Guadalajara, aunque desconocida para mi. Allí tuvimos una charla con un anciano de la zona, llamado Antonio que nos ilustro sobre su vida, dura como la de mucha gente de esa edad; 93. Salimos tarde de Brihuega pero con calor y con subidita, con lo que se hizo duro, pero el espectáculo de ver el valle que se abría no tiene palabras. Fue una entrada en La Alcarria espectacular. Algo digno de parar y disfrutar. En Muduex también nos acogieron gratamente y nos indicaron donde dormir de una forma tranquila.

JUEVES-JORNADA 4 – MUDUEX – PALAZUELOS

            La jornada de hoy nos esperaba el cañón del río Dulce, un espacio maravilloso, con un recorrido de unos 8 km en el que pudimos ver corzos, buitres, y sobre todo una tranquilidad total. Desgraciadamente anteriormente nos encontramos un tejón muerto en la carretera L. Llegamos a Sigüenza  pero desgraciadamente no la pudimos visitar ya que uno de los compañeros se tuvo que marchar y los que quedamos nos fuimos a dormir a Palazuelos, un pueblo cercano a la anterior, donde en la pza del pueblo se da un espectáculo curioso al atardecer: cientos de pajaros se van reuniendo en pequeñas bandadas para pernoctar en sus árboles. Merece la pena. Obvia decir que la gente fantástica      

VIERNES-JORNADA 5 – PALAZUELOS – SAN ANDRÉS DE CONGOSTO

            Pudimos disfrutar en esta etapa de las salinas de Imon, del cañon de Santamera, con pueblo inundado que no llegamos a ver, descansar en Atienza (bonito pueblo), Hiendancina, del pantano de Alcorio (sus vistas nada más) y del bar de nuestro fin de jornadas con la bebida más barata del viaje (1.20 € la jarra de ½ l. de sangría)
SABADO-JORNADA 6 – SAN ANDRÉS DE CONGOSTO – TORRELAGUNA

            Jornada tranquila, por corta de recorrido y que no pudimos ir a unas lagunas por estar secas pero que aprovechamos para conocer Cogolludo. Eso sí fue entrar en Madrid y la facilidad para encontrar sitio para dormir se desvaneció. Por otro lado la rivera del Jarama es preciosa y descubrimos unas vías pecuarias que habrá que averiguar hacia donde van ya que son tranquilas y ciclables.

DOMINGO-JORNADA 7 – TORRELAGUNA – MADRID

            Que decir siendo domingo y ya en carreteras madrileñas: mucho tráfico y con la penilla de estar volviendo, aunque aún nos dio tiempo a hablar con los abuelos de Guadalix de la sierra mientras nos bebíamos una cerveza