martes, 30 de diciembre de 2008

REBELARSE VENDE

Critica a la contracultura americana de los años 60 y por ende al actual movimiento anticonsumista y antiglobalización.
Este movimiento es una rebeldía pero no una solución o una propuesta.

Sus nuevas dinámicas crea nuevos mercados para el capitalismo que se nutre de ellos para seguir

La actual situación no es consecuencia del capitalismo sino fallos que tiene el sistema; por tanto, debemos, desde dentro procurar ir hacia lo que buscamos.

Si la contracultura busca el “no normas”, desde aquí se promueve “más normas”. Según su exposición la gente no va a ser buena de la noche a la primera, pero con un control institucional se pueden reducir las emisiones, la contaminación, el consumo de bienes posicionales.

Puedo estar de acuerdo en que desde el sistema se puede mejorar el mismo; pero lo que en ningún momento plantea el libro es como las grandes corporaciones tienen bastante más peso que un puñado de personas por muy comprometidas estén con la mejora del sistema desde dentro.

Lanza su crítica hacia la izquierda que se ha perdido en laberintos contraculturales que no llevan a ninguna parte y se ha olvidado del compromiso político real.

Por último, tampoco reconoce como algunos movimientos sociales aparte del sistema han podido modificar leyes, algún acuerdo, etc. La presión social (y de algún modo antiglobalizadora) si ha hecho cosas.

Como resumen, el sistema capitalista funciona (tiene errores, por supuesto) pero lo que la contracultura pretende que es acabar con él, no es tal, ya que lo único que hace es abrir nuevos mercados para el mismo (comida orgánica, paneles solares, ) y no abre, no tiene llaves para acabar con él.

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