LA ESPERA

Ayer no salí. Necesitaba estar en todo mi. Valiente excusa cuando no se donde voy. Pero válida. Así que empecé bien.

Me levante pronto. Estaba cansado. Es mi único día para descansar, pero lo merecía. Cómo no lo iba a merecer?

Así que comencé la jornada limpiando. Hacía falta. Es bueno de vez en cuando traer gente a casa para ventilar el polvo. Gana la higiene a la misantropía.

Tenía el menú preparado en mi mente desde hacía días. Le había dado vueltas y vueltas. Quería ser convencional pero innovador. Un reflejo de lo quiero ser. En la búsqueda a través de la cocina. Al menos alimentar mi estomago.

Pensé en deconstruir pero no me sentá cómodo. Soy más de papas fritas sin historias.

Así que me fui al mercado, tenía tiempo, y estuve con el verdulero que no veía hace tiempo. Charlamos informalmente. Me lleve endibias con envidia de no poder comprar otra cosa más cara como la de al lado. Fue ligera, la envidia y pocas las endibias. Resumen vital.

Ya tenía el entrante

Fui luego a la frutería para coger los ingredientes del postre: Naranja con miel y nata. Suena bien.

Salí del mercado. Hacía buen día. Pensé que me apetecía comprar el periódico y leerlo tomando una cañita con un aperitivo sabroso. Pero no, tenía que cocinar. Así que, a mi pesar, me fui a casa y mientras cocinara me tomaría una cerveza bien fría con unas aceitunas. No mucho más porque aunque estuviese hambriento tenía que tener el apetito suficiente para dar pie a comer y quedarme, en todo caso, pendiente de una merienda de sobras o de pizza, dependiendo. La cita tenía buena pinta. Tenía cierta ansiedad.

Llegué a casa. Rápidamente preparé el instrumental y me puse a la tarea.

MENU:

ENDIBIAS CON ROQUEFORT
QUESO RULO DE CABRA CON NUECES Y MIEL
PAPAS GRATINADAS CON CEBOLLA Y LECHE DE COCO
NARANJA CON MIEL Y NATA ( Había la opción de flamear pero me daba cierta pereza. La situación me llevaría)

TE, INFUSIÓN o no

DISGESTIVO BELLOTIL mientras una comedia social



BESARTE Y DESNUDARTE...


Todo parecía tan fácil. De hecho, cómo podía ser de otra forma. Todos los elementos se dirigían a que esa tarde fuera perfecta. Que bien!

A eso de las 13:30 h lo tenía todo preparado. Me había sobrado tiempo. No llegaría hasta las 14:30 h.

Volví a ver la caja de pastillas que no había dado importancia antes. Pensé en que tipo de música estaría bien escuchar. Desde luego nada demasiado rápido o duro. No quería ponerme a cabecear mientras comíamos. Supongo que algo de jazz no demasiado excéntrico o algo de chill...

La ansiedad me podía. Tenía ganas de verte ya!. Pensé que estaría bien que vinieses un poco antes de lo acordado.

Pasé por delante de mi mesa de trabajo. No había tenido tiempo entre la tarde de ayer y ahora mismo de echarle un ojo.

Entonces vi la hoja roja; TOMAR PASTILLA A LAS 20 H DEL DÍA 22 DE MARZO DE 2008. Eso era el día anterior. De las pocas cosas que tengo claro en mi vida es que todo lo que tengo escrito en hojas rojas debo hacerlo sin falta y sin excusas. Pero está vez no había sido así. Así que fui a la cocina y me tome la pastilla con 16 horas de retraso.

Al cabo de 5 minutos estaba escribiendo en una hoja roja: TOMAR PASTILLA A LAS 02 H DEL DÍA 24 DE MARZO.

Me dirigí a la cocina. Tenía hambre. Vi toda esa comida preparada y pensé que había cocinado demasiado. Iba a tener por lo menos para tres días. “No sé que me habrá pasado” divagué. Así que me puse a calentar la comida mientras decidía que película me pondría y que el lunes tenía terapia otra vez.